lunes, 15 de diciembre de 2014

ARRIBO DE BERTHE GARDES A NUEVA YORK

Publicado en www.quienesgardel.com.ar


En este diálogo sin final entre el presente y el pasado, la vida de Marie-Berthe Gardes ha sido una preocupación central del CEG y sus integrantes. Dos son al menos las razones de este interés, por un lado el reconocimiento en Doña Berta a la masa migratoria que se abrió camino en la Argentina y por el otro la construcción de una biografía cabal de su hijo Carlos.
A partir de esta referencia, se han aportado numerosos documentos que en si mismos dan testimonio sin ninguna interpretación ulterior acerca de los hechos que invocan.

Esta naturaleza reviste el valioso aporte de la constancia migratoria extendida por las autoridades migratorias de Nueva York acerca del arribo de Berthe Gardes, a esa ciudad, el día 24 de julio de 1882, a bordo del vapor Valencia, desde Venezuela y en tránsito a Francia. Berta tenía a esa fecha 17 años. Fue responsable de la investigación el Dr. Juan Carlos Esteban.
Este nuevo aporte documental, sumado –entre otros- al registro del censo nacional francés de 1886 que señala que Mlle.Berthe estaba a esa fecha en Burdeos, da una certeza plena acerca de los actos cumplidos por la familia Gardes en esa década.

Comenzamos este editorial parafraseando a E.H.Carr, cerraremos de igual manera. Como norma, para el CEG, “la precisión en el análisis es un deber, no una virtud”.


Marie-Berthe Gardes, de América a Francia

I ) A medida que pasa el tiempo, nuevos aportes de investigación van profundizando el conocimiento de la vida de Carlos Gardel y de sus familiares franceses. Estudios anteriores ya publicados, nos permitieron conocer la trayectoria de Charles Romuald Gardes y su familia materna hasta su llegada, en Marzo de 1893, a Buenos Aires.(1) La especial colaboración de la entusiasta “gardeliana” Clara Koser nos ha permitido hoy documentar y divulgar el retorno desde Venezuela, de Berthe Gardes con 17 años, su madre Hélène Camarés que figura con su apellido de casada, de 42 años y de su hijo Charles Carichou de 6 años de edad. El registro que presentamos y que se transcribe al pie, es el del arribo desde el puerto de salida en Curazao, Venezuela, del ss VALENCIA al puerto de Nueva York, el 26 de julio de 1882, con pasajeros en tránsito a Francia. A mayor abundamiento se inserta también un recorte “especial” donde aparecen como “Elena” (número 39), “Bertha” (n° 40), en tanto con el número 41 figura “Carlos Carichou”, con el apellido de su padre, tal cual fue anotado al nacer.

Aparentemente el ss VALENCIA era de mediana capacidad. según se puede apreciar en la siguiente imagen,


lo cual hace presumir el porque tanto Luis Alfonso Carichou, como Jean Gardes, no viajaron en
esa oportunidad; si bien pudo haber sucedido también que ellos se hubieran adelantado en volver, urgidos por la obligación de “Juan” de cumplir con el servicio militar.

El barco fue botado en 1882 y pertenecía a la compañía “Atlantic y Caribean Steam Navigation”, empresa creada en 1882 y estaba destinado al tráfico marítimo entre Nueva York y Venezuela. Desplazaba 1598 toneladas. En 1898 fue vendido a la Pacific Coast SS Co.. Así es como fue luego usado para otros itinerarios, hasta que
se hundió en el año 1906.
Vale destacar que también hemos encontrado otro arribo a Nueva York en 1887, más precisamente el 26 de Mayo, con la constancia de
haber salido de La Guayra, Venezuela 10 días antes. Con frecuencia este barco pasaba cerca de Puerto Cabello y no se descartan escalas en ese lugar y también en San Juan.

II ) Este nuevo aporte documental permite completar la trayectoria de Bertha Gardes desde su nacimiento hasta su llegada a Buenos Aires en 1893, descartando, por falta de pruebas en contrario, su pretendida presencia en Uruguay en la década 1880 / 90 según la fábula inventada al respecto.
En efecto.
1º) Marie Berthe Gardes nace el 14 de junio de 1865 en Toulouse, Francia.

2º) El 17 de marzo de 1868, con Berthe de 3 años, el matrimonio Gardes / Camarés registra su separación de cuerpos ante el Tribunal de Primera Instancia de Toulouse, en Audiencia Pública en presencia del Procurador Dr. Custet.

3º) Hacia 1875, su madre Hélène Camarés une su vida a Louis Alphonse J. Carichou de 28 años, de profesión “ajustador” y vive junto a sus dos hijos Jean y Berthe.

4º) El 14 de enero de 1875, bajo el Pasaporte Nº 33 “Departamento de la Gironde” y con 8 años de edad, se registra su viaje y radicación en Venezuela con su madre Hélène, su hermano y su padrastro Carichou (Pasaporte Nº 32 Registro1).

5º) En Puerto Cabello, Venezuela, nace el 11 de febrero de 1876 Charles Carichou hermanastro de Berthe. Este famoso Carlos muere el 11 de octubre de 1918 como consecuencia de heridas sufridas en la batalla del Marne. Era ayudante del cuerpo 212 del Regimiento de Artillería. Su fotografía dio motivos a discusiones interesadas.

6º) El 24 de julio de 1882 Bertha Gardes de 17 años, se registra como llegada en el vapor ss Valencia al puerto de Nueva York, en tránsito hacia Francia.

7º) En 1883 la familia está de regreso en Francia y reside en Burdeos, 32 Rue Prunier.

8º) En el Censo Nacional Francés de 1886 Sección 3. B. Familia Nº 77, figuran residiendo en la misma calle de Burdeos. Berthe se registra con 21 años de profesión alisadora (planchadora). Código 211 hija de Hélène Camarés, nacida en Toulouse.

9º) Recién en 1886 Berthe adquiere la plena capacidad de ejercer sus derechos civiles (mayoría de edad). Desde 1702 hasta el 20 de septiembre de 1792 la edad de emancipación se estableció en 25 años. A partir de esa fecha se bajó a 21 años. El código civil francés conservó esa edad durante la era napoleónica (ley del “30 de ventose año XII”).

10º) Las ordenanzas Municipales y Departamentales obligaban a tramitar toda documentación de identidad en el lugar de Residencia. En el caso de Berthe en Burdeos.

11º) En los archivos “Departamentales de la Gironde” no se encuentra huella de ningún pasaporte, establecido a nombre de Marie Berthe Gardes, en el período 1880 – 1893.

12º) La familia sigue viviendo en Burdeos hasta el registro existente del 21 de febrero de 1889, calle Tours Balguerie Nº 202.

13º) En los archivos Departamentales de Haute – Garonne (Toulouse) que llevan registros desde 1888 tampoco hay emisión de Pasaportes a favor de Marié Berthe Gardes.

14º) En 1889 / 90 no hay registros de un traslado a Toulouse pero, sin embargo el 11 de diciembre de 1890, a 21 meses de su registro en Burdeos, Berthe de 25 años de edad, da a luz en Toulouse, Francia, a un niño de sexo masculino registrado bajo el Nº H 2481 Folio 311, de dicho municipio y reconocido en el acta 280 del 22 de diciembre de 1890.

III ) Esta “contundencia documental” descarta, entre otras razones por falta material de espacio de tiempo, cualquier pretendida presencia de Berthe Gardes en Uruguay y no obstante ello, Avlis sostiene que Bertha Gardes se radicó “por 1880 en Uruguay, siguiendo posteriormente a ingenieros franceses en las minas de oro de Corrales y Cuñapirú” - (“Avlis”, “El Gran Desconocido”. Pág. 121, 1967).
A su vez Bayardo afirma, sin aportar pruebas, que Berthe, a su arribo a Uruguay, en 1883, con 17 años, se radica en el Hotel de Inmigrantes de Montevideo con dos amigas, “supuestamente Capot y Anais”. Dice que más tarde viaja a Tacuarembó para trabajar en el cabaret “La Rosada”, o de planchadora al servicio de Escayola y que luego de distintas peripecias, recala nuevamente en Montevideo con Carlitos, previo convenio con un tal Parisi entregando el niño, en 1889, a Anais Beaux y regresando a Francia. (2)

IV ) Por último, debemos señalar que el año 2007 ha sido pródigo en la destrucción de efímeras fábulas de corta duración y menguada argumentación, habiendo terminado todas ellas en grotescos papelones. Repasemos los más resonantes:

a) La indemostrable presencia de Bertha Gardes en Uruguay, por carencia de tiempo como para poder haberlo hecho; sumado esto a la inexistencia de documentación alguna que la pruebe.

b) Como consecuencia, se desploma su fantasmal vinculación con un presunto niño “oriental” al que le transfería su propia identidad, tal cual se pretende hacer creer al lector de buena fe.

c) La presunta escolaridad de Gardel en Montevideo, indocumentado y carente de registros y matrículas que lo acrediten como alumno, en base a una foto de una escuela de Buenos Aires, suministrada casualmente por Bertha Gardes.

d) Las fotos de Gardel dedicada a Estrellita Del Regil, junto al famoso retrato de su madre que destruyó la fábula de ser una foto “trucada”.

e) El paupérrimo estudio de un singular escribano – González Araujo – que pretendió demostrar, en base a sofismas, la legitimidad del Certificado de Nacionalidad uruguaya vencido al año de emitido, y la desvalorización de los Juicios Sucesorios que legitiman la maternidad de Bertha Gardes y la nacionalidad francesa de Carlos Gardel.

f) La burda maniobra, manipulando la edad real de Gardes, frente al Documento Policial de detención de 1904 que, a pesar que consigna como edad real, 14 años, y muestra huellas dactilares iguales a las del pasaporte de Carlos Gardel de 1923, pretende ser observado, modificando esa edad y estirándola arbitrariamente, para que coincida con la edad inventada – indistintamente - por Bayardo y Avlis, es decir 21 y 23 años.

g) El escamoteo y el ocultamiento sistemático del examen de ADN que obligó al ex–diputado uruguayo Agapo Palomeque a denunciar el hecho, como una maniobra “diabólica”, tendiente a esconder bajo la alfombra la iniciativa de la Cámara de Representantes oriental.
En definitiva. Este año termina con un resultado aciago para las pretensiones “revisionistas” de un “Gardel oriental”, en manos de historiadores “amateurs”, carentes de argumentos documentados y recato para sostener una frágil historieta, que hace tiempo abandonó su condición de tal, para convertirse en un pasatiempo irresponsable.

El Manifesto de los pasajeros de SS Valencia
(1) Carlos Gardel sus antecedentes franceses, (pág. 98) - Ed. Corregidor.
(2) Nelson Bayardo "Carlos Gardel a la luz de la Historia" (pag. 35


JUAN CARLOS ESTEBAN

martes, 9 de diciembre de 2014

"GARDEL Y LA PRENSA DESPUÉS DE SU MUERTE"

Como estaba previsto, el 4 de Diciembre se presentó, el libro CARLOS GARDEL Y LA PRENSA DESPUES DE SU MUERTE en el Museo Casa Carlos Gardel.

Dicho acto recibió las siguientes adhesiones

TOULOUSE TANGO:



 TRADUCCION:


MUSEO DEL LIBRO GARDEL Y SU TIEMPO


SR. ARTURO YEPEZ (PUERTO RICO)












PALABRAS DEL DR. NORBERTO I. REGUEIRA, 
VICE-PRESIDENTE DEL CENTRO DE ESTUDIOS GARDELIANOS (CEG)

"Nos toca hoy la presentación de uno de los libros más esperados y deseados.
El título es: “CARLOS GARDEL Y LA PRENSA DESPUES DE SU MUERTE”.  Los autores con Hamlet Peluso y Eduardo Visconti. Fundadores y miembros de la comisión directiva del Centro de Estudios Gardelianos.
Ambos están – y hablo de Hamlet en presente - vinculados con la actividad cultural y gardeliana desde hace largos años. Lamentablemente Hamlet no está para disfrutar este lanzamiento. Falleció el 9 de octubre del año 2008. Nos acompañan  su viuda, su hijo Carlos y aquí en la mesa su hijo Sergio.
Haré una descripción sucinta del libro y sus méritos, para luego poder conversar entre todos y pedirle a Eduardo Visconti que nos diga quién fue Hamlet Peluso, como armaron el libro y preguntarle a Sergio Peluso cómo se preserva y cuida un legado:  la colección de documentos y objetos que recibiera y formara con su padre.
“CARLOS GARDEL Y LA PRENSA DESPUES DE SU MUERTE” está editado por Corregidor en dos tomos. El primero abarca el ciclo comprendido entre los años 1935 y 1950. El segundo abarca el ciclo comprendido entre los años 1950-2005.
¿Qué hicieron los autores? Una extraordinaria recopilación de diferentes notas periodísticas que hablan sobre Carlos Gardel y/o que traen reportajes sobre el artista y su época. Y, además,  un trabajo de investigación adicional sobre el acompañamiento musical de Carlos Gardel, a lo largo de su carrera.
El libro tiene un antecedente de autoría de los mismos referentes. Se llama: “Carlos Gardel y la prensa mundial”. Con igual formato al que ahora comento. Pero, con referencia a crónicas elaboradas en vida del propio Gardel.
El aporte intelectual implica generosidad. Los autores hacen público un archivo privado y exhiben las notas, poniéndolas a la consideración de todos los interesados.
Curiosamente, en beneficio de la popularidad de los autores Visconti y Peluso, este libro, el primero de la serie,  fue plagiado más de una vez. Se toman sus citas sin referir a la fuente. La fama en este caso es enemiga del dinero.
Un autor que tiene su libro en una lista prohibida o que es objeto de un plagio, justifica que se sienta orgulloso. Y no dudo que el libro que presento, “merecerá”, igual que el anterior, plagios sucesivos. Prepárense autores y familiares a ser millonarios de orgullo.
El libro sintetiza SETENTA años de crónicas periodísticas. Lo puede leer una persona interesada en analizar estilos literarios en comunicación durante casi un siglo, un lector que tenga curiosidad por Gardel y/o el tango, un autor especializado o un lector a cecas que desee disfrutar.
Del total de 900 páginas la elección de cualquier cita es arbitraria. Sin perjuicio de ello mencionaré cuatro referencias que permiten dar una idea de la información que aporta:

PRIMERA.
Era tan profunda la repercusión por la muerte de Gardel que el 6 de julio de 1935 que incluso la prensa deportiva de la época le dedicó notas específicas en la revista emblemática que fuera El Gráfico. Sobre la repercusión, muchos de los gardelianos presentes dirán: Es obvio! Sin embargo y en la modernidad líquida, lo obvio no existe. Y me parece oportuno destacarlo en las notas escritas por dos periodistas con pseudónimo Last Reason y  Borocotó, este último para evocar en particular a “el negro Barbieri”, guitarrista que falleciera conjuntamente con Gardel y fanático de Huracán.

SEGUNDA.
La contratación de Carlos Gardel para actuar en Estados Unidos y en el año 1933 es uno de los sucesos más relevante en la historia del mundo del espectáculo. El libro reproduce de manera íntegra las entrevistas que les hicieron a los responsable de este vínculo, contratación que le permitiera a Gardel cerrar un ciclo rutilante.
Hugo Mariani, famoso director de orquesta y con vínculo directo con la National Brodcasting Company y Alberto Castellano, pianista en la ocasión con el precedente de haber acompañado a la Pavlova,  en notas sucesivas, refieren cada uno por su parte:
1.       Que lo escuchó a Gardel cantar “Siga el corso” en el Maipo Pigall. Allí le propone la alternativa de actuar en EEUU;
2.       Que armaron un quinteto sinfónico para acompañar a Gardel en las grabaciones de “Cuando tú no estás” y “Noches de Atenas”. Los acompañantes tenían una formación extraordinaria. Castellano,  Di Tata en contrabajo, Bolognini, el propio Mariani.
3.       Qué hizo Gardel en Nueva York? Cuáles fueron sus hábitos? Cómo funcionaba el grupo día a día? Qué sucedió durante las filmaciones? Todas estas preguntas se responden en las crónicas elegidas con tanto esmero.

TERCERA.
Está la referencia concreta en un reportaje a Adela Blasco, sobre el supuesto padre de Gardel: Paul Laserre. Este tema lo había tocado Guibourg, pero en 1965 aparece publicado con nombre y apellido. Este es otro tema que inquieta.
Gardel hoy es conocido por la imagen de su estatua en el Cementerio de la Chacarita.  El libro trae una entrevista muy interesante al hijo del escultor que la hizo, en forma conjunta con la Euterpe con la lira rota que está sobre la cripta. Este autor es De Llano y la información es valiosa. Una perla a descubrir: ¿Qué famosa artista se prestó como modelo?

CUARTA.
Y cierro con un capítulo que integra el libro y que difiere del resto. No se trata de la recopilación de artículos periodísticos.
Es el notable trabajo de investigación realizado con relación a los acompañamientos musicales de Carlos Gardel en sus discos y películas. Se mencionan desde los acompañamientos de guitarra hasta los directores de orquesta o conjuntos que acompañaron a Gardel. Incluso con la referencia de los tangos o canciones que ejecutaron. Implica la mención uno a uno de los diferentes músicos que coadyuvaron a poner a Gardel en este lugar de privilegio.
Este estudio demuestra la enorme evolución de Gardel como artista. Y una diferencia sustancial con los grandes cantores de la década del 40. Estos cantores se formaban en orquestas extraordinarias, adquirían fama y luego formaban su propia orquesta por una cuestión de rédito y narcisismo. En general, en la etapa de la propia orquesta no se destacaron y se muestran decadentes.
El camino de Gardel fue otro. El Gran Gardel termina estructurado en un conjunto. Con sus guitarras de origen y la modernidad de los acompañamientos sinfónicos, no remilgados.
Como verán, un libro en dos tomos imperdible, fascinante. Gracias a los autores. Y al público, le digo: cómprenlo, vale la pena y…se necesita".

LOS AUTORES AGRADECEN, 
LAS COLABORACIONES RECIBIDAS PARA LA ORGANIZACION DE ESTE EVENTO 
LAS ADHESIONES RECIBIDAS POR VIA TELEFONICA
LA PRESENCIA DEL PUBLICO Y 
LAS DEMOSTRACIONES DE APOYO RECIBIDAS