- 1º ) La leyenda indica que: hacia 1880, Berthe Gardès habría llegado a Tacuarembó, integrando un grupo humano enviado desde Francia, para trabajar en los yacimientos de oro del citado departamento, y allí, Berthe habría ejercido la prostitución, en un cabaret de Tacuarembó.
La realidad aclara que: No existe prueba alguna de que ello ocurriera. No hay documentos de desembarco, ni de alojamiento, ni recibos de trabajo, ni nada, a nombre de Berthe Gardès, en el Uruguay de aquellos años. Por otra parte, Berthe Gardès había nacido en Toulouse, el 14 de junio de 1865, de manera que estaríamos hablando de una jovencita de entre 14 y 15 años, que habría surcado el Océano Atlántico sin dejar rastro alguno, y habría trabajado como prostituta.
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- 2º ) La leyenda indica que: entre 1883 y 1887, habría nacido en Tacuarembó, un niño, hijo de Carlos Escayola y María Lelia Oliva.
La realidad aclara que: No existe prueba alguna de que ello ocurriera. No hay documentos de la época, ni acta de nacimiento, ni fe de bautismo, ni nada, a nombre de ningún niño que tuviera como padres a los citados.
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- 3º) La leyenda indica que: hacia 1890, Berthe Gardès habría recibido una paga de $ 3.000, por hacerse cargo del citado niño, y de inmediato se habría ausentado de Tacuarembó junto al niño, y dejando a éste en Montevideo, habría regresado a Toulouse.
La realidad aclara que: No existe prueba alguna de que ello ocurriera. No hay documentos de embarco a nombre de Berthe, ni tampoco nada que pruebe que el niño fuera dejado en ningún lado. Por otra parte, con $ 3.000 en su poder, habría sido muy sencillo continuar en América, en lugar de volver a su casa paterna, en Toulouse, por espacio de dos años.
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- 4º) La leyenda indica que: aproximadamente entre 1890 y 1893, el niño uruguayo habría vivido en Montevideo.
La realidad aclara que: No existe prueba alguna de que ello ocurriera.
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- 5º) La leyenda indica que tras su arribo a Buenos Aires, en 1893, Berthe se habría trasladado a Montevideo en busca del niño uruguayo, llevándolo a vivir con ella, a Buenos Aires.
La realidad aclara que: No existe prueba alguna de que ello ocurriera. No hay documentos de embarco y/o desembarco, a nombre de Berthe Gardès, ni nada que pruebe fehacientemente que haya efectuado esos presuntos viajes entre Buenos Aires y Montevideo. Tampoco existe nada que pruebe que el supuesto niño saliera de su país natal, e ingresara en Argentina. Asimismo, no hay ningún comprobante de que Berthe tuviera a su cargo a dos niños: su hijo, y el chico uruguayo.
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- 6º) La leyenda indica que: luego de un tiempo viviendo ambos niños en Buenos Aires, el chico francés habría fallecido en fecha totalmente imprecisa, y en condiciones nunca aclaradas.
La realidad aclara que: No existe prueba alguna de que ello ocurriera. No hay informe médico, no hay acta de defunción, no hay examen del cuerpo, no hay cadáver, no hay tumba, no hay nada. Nada que indique que alguien llamado Charles Romuald Gardès, falleciera por aquellos años.
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- 7º) La leyenda indica que: hacia 1903, 1904, Carlos Gardel sobrepasaba los 20 años de edad.
La realidad aclara que: No existe prueba alguna de ello. Por otra parte, existen certificados de escolares de aquellos años, a nombre de Carlos Gardès, y existe el testimonio de la actriz Pierina Dealessi, quien a prinipios de Siglo fue vecina de Berthe y de su hijo, a quien identificó como un chico de 13 o 14 años, que luego fue Carlos Gardel.
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- 8º) La leyenda indica que: en 1915, tras un incidente en el cual Carlos Gardel fue herido de bala, se habría trasladado a Tacuarembó, a convalecer, permaneciendo allí durante varios meses.
La realidad aclara que: No existe prueba alguna de que ello ocurriera. Es real que Gardel fue herido Buenos Aires, en 1915, pero jamás pudo comprobarse fehacientemente que convaleciera en Uruguay. Por otra parte, se afirma que su permanencia en Tacuarembó, fue de varios meses, lo cual es imposible, dado que en menos de un mes, Gardel ya estaba trabajando.
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- 9º) La leyenda indica que: Armando Defino habría actuado en forma desleal con Carlos Gardel, utilizándolo para un presunto enriquecimiento personal. De tal manera, se especula con que Gardel jamás habría redactado el testamento, y que el citado habría sido una falsificación hecha por Defino, tras el accidente de Medellín, haciendo figurar a Gardel como francés, para que Berta Gardés pudiera acceder a la herencia del artista, y que a su vez, ella, heredara esos bienes, a nombre del propio Defino.
La realidad aclara que: No existe prueba alguna de que ello ocurriera. Jamás pudo comprobarse fehacientemente que el testamento ológrafo fuera falso. Por otra parte, en el momento del fallecimiento de Gardel, el poder que éste había otorgado a Armando Defino, caducó automáticamente, impidiéndole el acceso a las pertenencias que Gardel poseía en diferentes bancos, incluyendo obviamente el del Banco de Boston, donde fue hallado el testamento.
Asimismo, la leyenda ignora que en 1938, Berta Gardés efectuó su testamento, nombrando como herederos a Anaïs Beaux y Fortunato Muñíz, y tras la muerte de ambos, recién en 1942 Berta redactó un segundo testamento, entonces sí heredando todo a nombre de Armando Defino. Es decir que, si Berta Gardés hubiera fallecido entre 1936 y 1942, Defino jamás podría haber heredado, pues había otros beneficiarios.
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- 10º) La leyenda indica que: Gardel no habría hecho ningún testamento, y se apoya en que el 7 de noviembre de 1933 (día de la fecha del testamento), Carlos Gardel vendió su automóvil a Irineo Leguisamo, ante escribano público, y especula con que si Gardel hubiera deseado hacer un testamento ese día, podría haberlo hecho con el escribano que estuvo presente durante la venta del citado coche.
La realidad aclara que: Esto también carece de lógica, por una razón más que evidente, y que está escrita en el propio testamento:"...he adoptado y usado siempre el apellido 'Gardel' ... todos mis papeles figuran con mi nombre y apellido de adopción, o sea Carlos Gardel...".
Sí, todos sus papeles, incluyendo los de ese día, referentes a la venta del auto. Y Gardel, sencillamente no podía declarar públicamente que el nombre con el que había firmado hacía pocos minutos era falso, y que no sólo ese papel estaba firmado con un nombre falso, sino todos sus demás documentos y papeles oficiales.
Debido a esas razones, Gardel utilizó el Testamento Ológrafo, que era un documento absolutamente válido, en la República Argentina, y que significaba, para él, un escape ideal de sus preocupaciones; pues sólo necesitaba dejar estipulado que todo lo que estaba a nombre de "Carlos Gardel", pertenecía en realidad a Carlos Romualdo Gardès, que ése era su verdadero nombre, y que su madre y heredera universal era Berthe Gardès.
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Podríamos seguir enumerando "errores" de la leyenda del
"Gardel uruguayo", pero no es el cometido primordial de nuestro
Sitio. Los dejamos sí, con sendas fotografías que vinculan al artista con los
Gardès de Toulouse.
Autógrafo de cuando aún firmaba como
"Carlos Gardes"
Gardel y su familia materna, en Albi, 18 de setiembre de 1934.
De izquierda a derecha: Una mujer desconocida (notablemente parecida a Gardel, incluso en la misma foto), la madre de Elise Ramières, Elise Ramières con su hijo (la esposa de Louis Ramières 1898-1987 - el hijo de Marisou y primo de Gardel - quien tomó la foto), Carlos Gardel, Jean Gardès, 1863-1935 (el tío de Gardel) y Charlotte Gardès Laurence 1869-1950 (la esposa de Jean y cuñada de Berthe). Carlos los llamaba "el tío Juan y la tía Carlota".
Otra fotografía de esa jornada.
Marie Aragou Ramières, prima de Berthe, apodada "Marisou", a quien Gardel llamaba "Marisou, la formidable".
Fotografía de Berthe Gardès, dedicada a su prima "Marisou".
Postal enviada por Carlos Gardel, a sus familiares en Toulouse, que pone de manifiesto una cariñosa relación familiar.
EL ASOMBROSO PARECIDO FISONÓMICO ENTRE CARLOS GARDEL Y SUS FAMILIARES
Berthe Gardès y su hijo, fotografiados aproximadamente a la misma edad.
Marie Aragou Ramières y Carlos Gardel.
VÍCTOR GABRIEL VELÁZQUEZ
